Juana era hija del conde Alfonso IV de Ribagorza, lo que le emparentaba con la Casa Real de Aragón.
En 1396, con 21 años, recibió el encargo real de acompañar al rey Martín I en su viaje desde Sicilia hasta Barcelona.
Contó con la plena confianza del rey Martín I el Humano, y por ello el monarca le envió a Cerdeña en 1409, acompañando a su hijo, Martín el Joven.
Combatió junto al heredero de la Corona en la batalla de Sanluri, y presenció la muerte del primogénito, así como su entierro en Cagliari.
Su bisnieto, el duque Luis Ramón Folch de Cardona, ordenó la construcción del mausoleo renacentista que hoy todavía se conserva en el crucero de la iglesia canonical.