Su primera cámara fotográfica, una Voigtländer, tuvo que venderla para poderse pagar el viaje a Cataluña.
El primer año vivió en Barcelona y posteriormente en Santa Coloma de Gramanet, ciudad a la que llegó con poco más de veinte años[5] y en la que se afincó.
Una vez en Cataluña al principio realizó diversos trabajos de peón, construyendo carreteras, en una fábrica de maderas, en una fundición, en Gráficas Industriales, editora del periódico El Correo Catalán, etc.
El año 1969 comenzó a trabajar para la revista Grama escribiendo sobre su admirado cine europeo en blanco y negro de la posguerra.
Finalmente adoptaría como nombre Joan Guerrero y para los años 70 ya era un considerado fotoperiodista, no solo en el entorno de Barcelona, con un importante compromiso social.