Su carrera en la política municipal logró un primer hito importante con la entrada en la máxima magistratura de la ciudad en 1406.Fue consejero —uno de los cinco hombres que gobernaban el municipio— hasta cinco veces desde ese año hasta 1427, y ocupó el cargo de consejero segundo y el de consejero jefe (conseller en cap), este último durante dos anualidades (1418-1419 y 1427-1428).[3] Al respecto de este episodio, Verdés Pijuan señala:[2] Tras eliminar o neutralizar toda oposición interior, Fernando I se dirigió nuevamente a Zaragoza, donde fue coronado en 1414, en una ceremonia que partió del Palacio de la Aljafería y llegó a la la Seo, tras lo cual dirigió su atención a la política exterior.En el testamento que ese año ordenó en Cagliari por si moría en una isla considerada peligrosamente malsana se denomina señor de Guirdo (o Girdo) y marqués de Oristán.La familia tenía sendas capillas en la iglesia de San Justo —donde se conservan escudos heráldicos— y en el convento de San Francisco (Framenors), en el cual tenía sepultura y parece que fue enterrado.