Tras fallecer su padre, quedó bajo la protección de Bartolomé Palau, fraile carmelita exclaustrado, que le enseñó dibujo y lo envió a Barcelona para que se formase en la Escuela de la Lonja.Al mismo tiempo ingresó como alumno en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en la que enseñaba Piquer, el escultor que más influyó en su estilo.Por oposición ganó en 1858 una plaza pensionada para estudiar escultura en Roma durante tres años.El escritor y periodista Manuel del Palacio le dedicó un soneto titulado «En la muerte de mi querido amigo el escultor Juan Figueras», publicado en La Ilustración Española y Americana y reproducido en la necrológica que le dedicó Enrique Claudio Girbal en la Revista de Gerona.Se le nombró jurado para la Exposición Nacional de 1881, aunque al parecer no llegó a participar a causa de su salud.