Estudió Leyes en Salamanca y se licenció antes de 1630; para esa fecha ya tenía alguna fama: el relacionero Cristóbal de Lazárraga o Lazarraga escribe de él en 1630 que era "posgraduado ilustre y poeta conocido".
Estuvo un tiempo en Segovia y fue amigo del escritor Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, con quien se carteaba; al parecer se doctoró en leyes (aunque su amigo Lope lo llama "licenciado" en su Elegía...) y marchó a Madrid, pues lo nombraron abogado de los Reales Consejos (¿1630- 1631?).
El estreno de sus comedias en los corrales madrileños le dio tal fama que el propio rey Felipe IV, aficionado al teatro (y a las actrices) mandó hacer un pasadizo al Corral de la Cruz para verlas discretamente desde su aposento, según refiere Elisa Domínguez de Paz.
Las obras que nos han quedado son Ofender con las finezas, Sufrir más por querer más, A gran daño gran remedio, Transformaciones de amor, Venga lo que viniere...; muchas otras le han sido atribuidas con menos seguridad.
[3] Juan Pérez de Montalbán le plagió una obra, como descubrió Quevedo en su La Perinola.