Deísta, crítico del positivismo de Auguste Comte; se distingue por su pensamiento americanista, idealista y social.
En él "reflexionó sobre las instituciones, prácticas e ideas que determinan y hacen posible la conformación del Estado-nación chileno.
Planteó el ideario político-filosófico del país a través de conceptos éticos, estéticos, económicos, sociales, religiosos y educativos.
Tomó como referente las ideas de personalidad política hacia América Latina.
Además presentó una aguda crítica, en la relación el continente tenía con el pensamiento europeo, estableciendo la necesidad de constituir formas particulares de comprender la propia realidad".