Duró tan solo tres meses en el trono antes de entregarse al rey babilonio Nabucodonosor II, que saqueó Jerusalén y deportó a miles de notables a Babilonia, incluyendo al propio rey[4] y al profeta Ezequiel.
En el año 562 a. C., Joaquín fue liberado por el sucesor de Nabucodonosor II, Evil-Merodak.
Descubiertas en dicha ciudad, datan del décimo al trigésimo quinto año de Nabucodonosor II.
La tercera tabla lo llama "el hijo del rey de Judá" y se refiere a "los cinco hijos del rey de Judá".
El cuarto texto, el más fragmentario de todos, confirma “Judá” y parte del nombre de Jeconías, pero no aporta datos que no se encuentren en los otros textos.