Su composición de juventud, el Concertino para piano (1932) fue un éxito inmediato.
Escribió obras para viento, entre ellos dos cuartetos de saxofones.
Muchas de sus obras son publicadas por Ediciones Musicales Transatlántica, siendo Max Schott su principal editor.
Su obra combina la elegancia y el ingenio, como se muestra en la Princesa de Cleves, su quinta ópera.
Actualmente, el compositor disfruta de más éxito en el extranjero que en Francia, especialmente en países como Alemania, Japón y los Estados Unidos.