Según la historiadora del arte Marie-Madeleine Robeyns, Del Cour continuó a emancipar sus estatuas de la arquitectura, no «en imitar Bernini, pero sí en asimilarlo y adaptarlo a su propio gusto».
En su inventario cuenta con más de doscientos obras: altares, galerías, fuentes, tumbas, chimeneas, púlpitos, relieves y estatuas.
Sus obras encontraron clientes en todas partes del principado y el ducado de Luxemburgo y su estilo influyó toda una «escuela» de escultores.
Después de una suscripción pública, en 1911 se inauguró un monumento dedicado a Jean Del Cour; El escultor de Lieja Paul Du Bois se inspiró en un retrato pintado por el hermano del escultor,Jean-Gilles Del Cour.
[4] A finales del año 2007 con ocasión del tricentenario de su muerte, se organizó una exposición retrospectiva en la iglesia de San Bartolomé en Lieja.