Javier de Olazábal

En casa aprendió las primeras letras y las primeras nociones del catecismo, y una profesora particular le enseñó el francés, al que, años más tarde, añadiría el portugués, aprendido en su estancia en Portugal.

Al comenzar la Primera Guerra Mundial, los Olazábal, conocidos por su cercanía a los círculos austriacos, se vieron presionados por la opinión pública francesa.

Los Condes de Arbelaiz se trasladaron provisionalmente a San Lorenzo de El Escorial, fijándose después en San Sebastián, donde permanecerían hasta sus últimos días.

En 1916, regresaron a España, estableciéndose en San Sebastián, y posteriormente, el año 1919, volvieran definitivamente a Portugal, concretamente a Praia da Granja, cerca de Oporto, ciudad donde la familia de Maria Luísa de Mendóça tenía intereses comerciales.

Sin embargo, es destinado a Deusto como profesor de Derecho Político.