[2] Se licenció en Derecho y Criminología en la Universidad de Barcelona.
En los años cincuenta escribió literatura popular bajo el pseudónimo «Frantz Keller» para la Editorial Bruguera: algunas novelas del oeste, de terror e incluso una Historia de la esclavitud, así como otras obras con pseudónimos anglosajonizados.
En 1963 editó, junto a Juan María Estadella, La brujería y la superstición en Cataluña.
En los años ochenta dejó algunas novelas como Diálogo en re mayor y Amado monstruo, y su universo literario creció en los noventa con la publicación de numerosos libros: El gallitigre (1990), El crimen del cine Oriente (1995), Los misterios de la ópera (1997), Napoleón VII (1999) o Cuentos perversos (2002), entre otros.
En La mirada de la muñeca hinchable (2003) un hombre solitario urde un diálogo imposible con una muñeca de plástico en un mundo general del que sólo oye los ruidos.
Este solitario no necesita que le contesten y por esa misma razón también entabla de vez en cuando alguna conversación con su madre muerta.
Tomeo fue un escritor muy imaginativo que poseía un mundo propio original, si bien utilizaba la técnica kafkiana de la parábola,[5] y en algunos aspectos fue comparable a Thomas Bernhard y Luis Buñuel.
Fue un maestro del cuento, que reunió en colecciones por su forma (Historias mínimas), por su tema (Problemas oculares), su moral (Cuentos perversos), o su simbolismo (Zoopatías y zoofilias).
Cada uno empieza con una situación desconcertante, que se suele llevar a un final abierto.
Escribió habitualmente artículos en distintos medios de comunicación, como ABC.