Su padre fue el fundador del Bar Triquet, conocido establecimiento de restauración situado en la finca homónima existente entre 1910 y 2005.
Llabrés continuó con el negocio, pero destacó en la vertiente deportiva en distintos frentes.
Como deportista logró relevancia a través del billar francés.
[1] También practicó otros deportes como el fútbol, el ciclismo y el juego de pelota, pero sin alcanzar la relevancia conseguida como billarista.
[4] Después se dedicó al arbitraje y formó parte de la junta directiva del Colegio Balear de Árbitros hasta llegar a presidir su colectivo entre 1946 y 1959.