Fue construido siguiendo el modelo característico de la época, mezclando estilos italiano, inglés e francés.
Debido a esto, poco después de las diferentes especies presentes en el jardín botánico fueron inventariados y clasificados científicamente por primera vez en su historia por el inspector general forestal Rafael Areses Vidal.
Más tarde, en la segunda mitad del siglo XX, el jardín fue degradándose y perdiendo prominencia en la vida cultural cotidiana de la ciudad.
Traídas de diversas partes del mundo se pueden nombrar como las más sobresalientes al "árbol de Coral" (Erythrina crista-galli, especie autóctona da Argentina y Uruguay), la palmera de Senegal, una sequoia roja (Sequoia sempervirens, destacable por su altura), un roble cupresiforme (quercus robur fastigiata), un árbol drago (Dracaena draco, árbol donado por la Comunidad Canaria) o los aceres (Acer pseudoplatanus.
El jardín botánico de Padrón alberga numerosos eventos sociales y cultural del pueblo.