Janet Evans

En 1987 repitió este éxito, lo que unido a su gran actuación en los Campeonatos Pan Pacific celebrados en Brisbane, le valió ser elegida nadadora estadounidense del año.

Por supuesto volvió a ser elegida nadadora del año en Estados Unidos, además de convertirse en una de las deportistas más populares y queridas del país, debido a su simpatía y a su aspecto frágil (mide solo 1'56 m.), tan alejada del estereotipo de las nadadoras grandes y musculadas que triunfaban en esa época.

Lejos de dejarse llevar por la fama, siguió entrenando duró y mejorando sus resultados.

Regresó a la competición en 1991, ganando un oro y dos platas en los Campeonatos del Mundo de Perth.

Aunque seguía siendo la mejor en su país, ya no tenía la velocidad de antes.

Llegó a Atlanta para participar en sus terceros Juegos Olímpicos y buscar su quinta medalla de oro olímpica, pero solo fue 6.ª en los 800 m libres, mientras que no pasó a la final de los 400 m libres.