Sin embargo, sin ser un escalador nato, también marchaba cómodo cuando la carretera se volvía cuesta arriba.
[1] Contribuyó a reforzar su popularidad como ciclista su inconfundible aspecto, que lo hacía fácilmente reconocible en el pelotón: sus sempiternas gafas oscuras y su pelo rubio peinado hacia atrás.
En 1964 consiguió su primera gran victoria, al ganar el Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta.
[4] En la edición del Tour más igualada hasta entonces, Jansen logró imponerse en la última etapa (una contrarreloj disputada en París), desbancando al líder de la carrera hasta entonces, el belga Herman Van Springel, por una diferencia total de tan solo 38 segundos.
[1] Con esta victoria, se convirtió en el primer corredor neerlandés en adjudicarse el Tour de Francia.