Jak Bushati

Mirdita se convirtió en un centro de resistencia ciudadana contra el comunismo.

[1]​ En el año 1946 Jak fue trasladado a Kallmet, en la diócesis de Lezhë, con obispo vacante.

Estuvo tres años ahí, prestado su ministerio, por lo que fue querido y respetado por su comunidad, por sus virtudes, las cuales para la gente eran evidentes.

En abril de 1949, fue acusado falsamente de haber protegido agitadores extranjeros contrarios al gobierno, por lo que fue arrestado en la sede de la policía secreta en Lezhë y torturado varias veces al día, por los guardias donde le pedían que renunciara a su fe cristiana a lo que se negó.

Sus restos mortales fueron trasladados del cementerio católico a la catedral de Scutari.