Jaime de Alloza (o Allosa) y Menacho (Lima, 1582-5 de enero de 1635), fue un sacerdote criollo de origen aragonés, que ocupó altos cargos académicos en el Virreinato del Perú.
Sus padres fueron el zaragozano Miguel Benito de Alloza y Oliván, familiar del Santo Oficio de Lima, y la limeña Leonor Menacho de Morales.
Durante su gestión revalidó un antiguo acuerdo sobre la instrucción médica (1576), logrando convencer al virrey Conde de Chinchón para proveer las rentas de las cátedras de Prima y Vísperas de Medicina.
Vacante la canonjía magistral en el cabildo metropolitano, se presentó a las oposiciones, pero no tuvo éxito (1633).
No obstante fue elegido obispo de Santiago de Chile, pero falleció sin haberse consagrado.