Jaime Hilario
Fusilado por su condición de religioso, junto con otros compañeros durante la guerra civil española, fue beatificado y canonizado por Juan Pablo II junto a los mártires de Turón, siendo venerado como santo mártir por la Iglesia católica.Se dedicó a la enseñanza y la catequesis, en Mollerusa, en Pibrac (cerca de Toulouse, Francia), en Calaf, etc. Se hizo patente su capacidad literaria y colaboró en revistas en la difusión de los valores cristianos.A partir de este momento su sordera le impidió continuar su tarea educativa.Se tuvo que trasladar a Cambrils para ocuparse de las tareas del campo y entonces estalló la Guerra civil española, en 1936.Aunque podría haber escapado, diciendo que era el jardinero del colegio, no quiso esconder su condición de hermano lasaliano; aunque el abogado pidió el indulto, se le negó, siendo el único condenado de los 25 juzgados aquel día.