De esta forma, Jacobo y su hermano Rolando adquirieron grandes territorios, convirtiéndose en señores feudales poderosos.
Posteriormente se declararon vasallos de la familia Anjou y viajaron por un corto tiempo a Venecia.
En 1317 se alió con los otros poderosos nobles Ernye Ákos, con los hijos de Amadeo Aba y con Ladislao Kán, tras lo cual se alzaron contra el rey Carlos I Roberto de Hungría.
En ese mismo año el rey húngaro envió a su comandante militar Dózsa Debreceni, quien les propinó una terrible derrota junto a la ciudad de Debrecen.
Al poco tiempo se vio forzado a rendirse puesto que la guardia estaba muriendo de hambre en el castillo, tras lo cual el rey lo ejecutó.