Los términos del tratado eran extremadamente impopulares entre el público japonés, muchos de los cuales veían la relación 5:5:3 como otra forma de ser considerados como una raza inferior por Occidente.
La Facción de la Flota quería la anulación del Tratado Naval de Washington y el crecimiento naval ilimitado para construir la armada más poderosa posible, desafiando así la supremacía naval de los Estados Unidos y el Imperio británico.
Esta última quería mantenerse dentro de las limitaciones del Tratado Naval de Washington, argumentando que Japón no podía permitirse una carrera armamentista con las potencias occidentales y esperaba, a través de la diplomacia, restaurar la alianza anglo-japonesa.
La "Facción del Tratado Anti-Londres" presionó para la expansión militar y económica en el Pacífico sur, y así se alineó más estrechamente con la Facción de la Flota.
Sus disposiciones permanecieron vigentes hasta fines de 1936, pero no se renovaron.