Fue Magnus IV de Noruega quien solicitó a Jón Einarsson recoger y adaptar las leyes vigentes de Járnsíða a la nueva situación política, al desaparecer la Mancomunidad Islandesa y someterse los habitantes de la isla bajo la corona noruega hacia 1262-64.
[2] En el Althing de 1281, los tres grandes grupos sociales, artesanos, clérigos y bændur (terratenientes y granjeros), hicieron sus aportaciones de forma individual.
El obispo Árni Þorláksson en sus escritos resume las decisiones en dos grupos principales: Jónsbók refleja sentencias y penas para los delitos cometidos como la pena de muerte, torturas con artefactos candentes y sanciones económicas.
El códice se convirtió en un completo sistema legal y judicial donde se encontraba todo tipo de circunstancias, desde la protección del ganado hasta la cobertura legal por daños personales.
[3] Este compendio de leyes permaneció durante cuatro siglos sin modificaciones,[4] siendo este uno de los sistemas jurídicos más estables del mundo.