[1] Los dos principales teóricos de esta corriente son Anton Pannekoek y Herman Gorter, ambos holandeses pero cuya influencia fue muy importante dentro del Partido comunista de Alemania (KPD) fundado a finales de 1918 principalmente por Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht.
Pero rápidamente, esta corriente entra en desacuerdo con algunas de las orientaciones de la Internacional comunista (IC), en particular sobre "la cuestión sindical" y sobre "la cuestión parlamentaria".
La izquierda germano-holandesa considera que los sindicatos, que durante la Primera Guerra Mundial dieron un apoyo masivo a la Unión Nacional, se han convertido en órganos de la clase dominante que es imposible reconquistar para convertirlos en instrumentos de la clase obrera.
Asimismo, en la cuestión parlamentaria, la izquierda germano-holandesa rechaza la política del llamado “parlamentarismo revolucionario” defendido por la Internacional Comunista.
Esta política denuncia al Parlamento como un órgano exclusivo de la burguesía y refuta la idea de que de alguna manera puede servir para derrocar a esta última, pero llama a la participación en las elecciones y en el Parlamento para utilizarlo como una "plataforma" para alcanzar las masas trabajadoras, así como "destruir el Parlamento desde adentro".