Ixo Rai!

La Orquestina del Fabirol tenía contratada esa actuación, pero una imprevista oportunidad de tocar en Francia les llevó a buscar apresuradamente un sustituto.

Fue entonces cuando se les preguntó por el nombre del grupo, puesto que todavía no tenían.

Pero los pilares les sirvieron de escaparate ante el público y pronto tuvieron que comenzar a ensayar para presentar con dignidad su música en las fiestas de barrios y pequeños pueblos que les llamaban.

Coincidieron también con Celtas Cortos en varios conciertos, llenando el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.

Dos años más tarde se publica Entalto, que sería el paso definitivo para darse a conocer fuera de Aragón.

¡Bendita fue la hora!, escrito por el integrante Alfonso Urben y editado por Rolde de Estudios Aragoneses.

En los conciertos se puede comprobar el espíritu festivo pero a la vez comprometido del grupo, pues en sus letras, casi siempre irónicas y mordaces, nunca han olvidado los males endémicos de Aragón (agua, paro, despoblación, etc.) pero tampoco faltan temas como la insumisión, Iberoamérica, la ecología, el rechazo a la globalización, el sida, etc.

[7]​ En él participaron varios artistas y grupos aragoneses, como por ejemplo José Antonio Labordeta.

¡Bendita fue la hora!, escrito por el integrante Alfonso Urben y editado por Rolde de Estudios Aragoneses.