Una edición de abril del boletín semanal Al Naba (controlado por el Estado Islámico) dijo que Abu Abdullah al-Filipini había sido nombrado emir de todas las fuerzas del Estado Islámico en las Filipinas.
Habla joloano, tagalo y yakán, además de inglés.
Su paradero es desconocido; ha podido viajar a Arabia Saudita y Malasia.
Hapilon es el único de los acusados que aún sigue con vida.
Hapilon recibió un disparo durante una redada, pero sus seguidores lograron arrastrarlo fuera del lugar sin incidentes antes de que los soldados ocuparan la base rebelde.