Jorge busca la forma de estar siempre cerca de Carmen, para lo que se hace pasar por empleado del hotel y del casino, y aparece por cualquier sitio por donde van las chicas; pero en un momento en que están en una terraza, actúa el tenor Julio César Alzate, que es amigo de Jorge y lo presenta públicamente como el ingeniero amigo y cantante aficionado, invitándolo a cantar a dúo.
Otras, son compuestas por: Fernando San Niccandro, Manuel J. Benavidez y José Rubén Márquez.
Para ello, se diseñó una comedia musical a realizarse en la isla colombiana de San Andrés y se contrató para el guion al más famoso autor de radionovelas y telenovelas que había en Colombia en aquellos tiempos: Efraín Arce Aragón.
Enrique Gutiérrez y Simón, Director Técnico de la productora, había hecho amistad con el barítono colombiano Régulo Ramírez, cuando años atrás ambos residían en Madrid, donde Régulo era uno de los cantantes de moda en toda España, con su compatriota Carlos Julio Ramírez, que competían amistosamente por el protagonismo en la radio y espectáculos en España.
Como actor cómico, se designó a Hernando González, quien ya había participado en varias películas de la misma empresa, en diversas actividades.
Los socios de la empresa, Alejandro Kerk y Enrique Gutiérrez y Simón, se reunieron para determinar qué hacer y se convino que Enrique Gutiérrez tomara la cámara para no interrumpir el trabajo, pero éste exigió que, si lo hacía en ese momento, sería para toda la película, lo que fue aceptado por Kerk y por tanto, cuando el supuesto camarógrafo se despertó hacia mediodía, se le embarcó en el primer avión a Bogotá.
El problema que se planteaba en toda esta aventura era que, como en Colombia y sus alrededores no había en ese momento laboratorios de color, todo lo que se filmaba, estaba supeditado a que Enrique Gutiérrez y Simón, estuviera actuando con absoluta precisión, en cuanto al manejo y medición de la luz, graduación del diafragma adecuado, después de tener en cuenta el factor de conversión del filtro el enfoque y demás, porque en todas las productoras, siempre se revela inmediatamente lo filmado y se revisa a la mayor brevedad, para, si hay un error de cualquier tipo o al director no le convence una toma, que se pueda repetir, cuando aún están los actores y todo el equipo en el lugar de filmación, pero aquí, se realizó toda la película, “a ciegas”, confiando en el buen hacer y la experiencia de Enrique Gutiérrez.
Hermosa experiencia que aún llevo en mi memoria (Gilberto Pizano Arroyave).