Si bien casi todo su repertorio se desarrolla en lengua francesa, suele incluir algún tema en italiano y más asiduamente en inglés.
Adrianne, que había sufrido una hemiplejía, podía sin embargo valerse por sí misma e incluso dar una mano a las gentes del lugar.
El álbum "De retour à la source" es un retorno a su infancia en Sainte-Félicité, la pequeña aldea de leñadores donde la naturaleza se mostrará siempre en toda su crudeza, plasmada en los duros inviernos que caracterizan al país del norte y en el mar embravecido golpeando eternamente contra las grandes rocas costeras.
Este año y durante los próximos cinco, recibirá el trofeo a la mejor intérprete en su región natal.
En el Olympia conoce a [Johnny Hallyday], la estrella inoxidable del rock francés, quien le propone compartir escenario en su próximo espectáculo.
2004 En la velada "Cantemos juntos contra el SIDA" interpreta “Tout au bout de nous peines” en dúo con Hallyday.
Aparece en dos episodios junto a Marc Labrèche y Anne Dorval, interpretando el personaje de Googie McPherson, una azafata apasionada.
2009 En noviembre aparece su décimo álbum “Chansons pour les mois d’hiver” (Canciones para los meses de invierno).
Aparece en dos episodios junto a Marc Labrèche y Anne Dorval, interpretando el personaje de Googie McPherson, una azafata apasionada.
2000 - Comienza a colaborar con la organización Opération Enfant soleil, que recauda fondos para brindar asistencia pediátrica en Canadá.
2004 - En la velada "Cantemos juntos contra el SIDA" interpreta “Tout au bout de nous peines” en dúo con Hallyday.
2005 - Canta en dúo con Johnny Hallyday, junto con otros numerosos artistas, para el álbum “Solidarité Asie” en beneficio de las víctimas del tsunami que devastara Indonesia.
2011 - Colaboradora, junto con otros artistas y personalidades, en la subasta en beneficio de la Fundación Amistad sin Fronteras Canadá-Haití.
Me decido a dirigirme allí, desconociendo todavía las sorpresas que me iba a deparar esa tarde… todas las asientos de la sala La Palestre estaban ocupadas, primera buena señal (...) Aquella que comenzara su metier consiguiendo un papel en Starmanía y cantando en las primeras partes de los conciertos de artistas francófonos (Francis Cabral, Serge Lama, Patrick Bruel), ha sabido permanecer humilde, distendida ante el público que llegó para aplaudirla.
El público apenas se atreve respirar por temor a perder este gran momento de intimidad.
El encuentro con Johnny Hallyday, monumento del pop francés, la lleva a compartir el escenario del ídolo en varias ocasiones, experiencia que Isabelle tendrá la oportunidad de repetir con artistas tan prestigiosos como Charles Aznavour, Gilbert Bécaud, Serge Reggiani, Eddy Mitchell o Henri Salvador.
Esto se entiende en todos sus discos, en la mayoría de las canciones, Le Banc des délaissés, Jamais assez loin, Vole colombe.
Su álbum country todavía estaba en gestación, incluso cuando se apoyaba en Bruel o en Lama en sus discos de lealtad más europea.
Dedicado, más específicamente a «todas esas voces que me han arrullado en la mecedora a muelles en casa de mi tía Adrienne», escribió Isabelle en la última página del cuadernillo del CD, donde una foto nos la muestra de pequeña en cow-girl.
“Ya he comenzado a trabajar en mi próximo disco, con (el productor francés) Dominique Blanc-Francard.. Es todavía más.
La clave del asunto es que este álbum country está en su mayor parte compuesto de canciones originales.
La historia de una joven que ha seguido una guía durante cierto tiempo, y luego decidió hacer su camino sin supervisión.
El sobresaliente Rick Haworth, músico completo, ha tenido a cargo la realización final del álbum country para Isabelle.
Interesantes sugerencias, en efecto: la tierna balada Only Woman's Heart fue un éxito de la cantante country Mary Black en 1992, Si j'étais perdue es la adaptación por Claude Lemesle y Pierre Delanoë de If I needed you, canción desgarradora del lamentado Townes van Zandt.
Y estoy orgullosa, he ido al encuentro con mi voluntad para expresar todo eso, me siento libre.
La comparación se detiene allí, Isabelle Boulay no debe somenter a la crítica despiadada del género su personalidad, su técnica vocal, y su sensibilidad.
En efecto, son a su turno Julien Clerc (El patinador ), Françoise Hardy (La amistad ), Francis Cabrel (Fuera de temporada ), e incluso Jean-Pierre Ferland (Vuelvo entre nosotros) quienes han aportado su contribución para este programa melancólico y suave.
Si se puede expresar algunas reservas en cuanto a la versión en inglés en el texto del estándar country “Tennessee waltz” (no todo el mundo es Dolly Parton), uno no duradará inmediatamente en quitarse sus guantes para aplaudir la entrega de “Marie Noël”: Isabelle Boulay ofrece a la melodía bastante banal del éxito de Roch Voisine una estupenda segunda juventud.
Abre la velada a capela para instalar el clima de un concierto que durará casi dos horas sin entreacto.
Isabelle Boulay en toda su pureza de un extremo a otro, con excelentes músicos que la harán viajar por todas las avenidas del folk y del country, con guitarras slides, a resonador o simplemente acústicas, o un violín y un acordeón que surfeará discretamente.