Murió mártir en la persecución religiosa durante la Guerra Civil Española, y es venerada como beata por la Iglesia católica.
[1][2] Tuvo un noviazgo con un joven de su pueblo, aunque finalmente cambió de idea y quiso hacerse religiosa.
[1][2] Durante dos trienios fue maestra de novicias,[3] cargo para el que fue reelegida para tres años más,[2] pero cuando estalló la Guerra Civil dejó el monasterio, que fue cerrado,[3] y se fue a su pueblo, donde vivía un hermano suyo que era sacerdote, Manuel.
[2][3] Fue beatificada en Roma el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II, junto a otros 232 mártires que también fueron asesinados durante la guerra.
El traslado del convento se inició en junio, y las hermanas llevaron los restos de sor Isabel a su nueva residencia, lo que causó malestar, sorpresa y la queja del Obispado de Segorbe-Castellón y de las cofradías y fieles de la ciudad.