La sexta participación irlandesa decepcionó, ya que se había estimado un excelente desempeño y la posibilidad de alcanzar las semifinales por primera vez.
El seleccionado fue eliminado en primera fase y es el peor desemepeño en la historia.
Su clasificación a la fase final se restringió al último partido de grupos; ante Argentina.
En uno de los mejores test del campeonato, los irlandeses cayeron derrotados y quedaron eliminados en fase inicial por primera vez en su historia.
[1] Fue el último mundial para una destacada generación: Easterby, Hayes, Hickie, Horan, Horgan, Murphy, O'Kelly y Stringer.