En esas Olimpiadas el primer puesto sería para Alina Kabáyeva y el bronce para Anna Bessonova.
Irina y su compañera de equipo, Alina Kabáyeva dieron positivo en un diurético prohibido (furosemida), por lo que fueron sancionadas un año sin competir y se les quitaron esas medallas y las de los meses posteriores, incluyendo las logradas en el Mundial de Madrid.
[1] Sus entrenadoras fueron Vera Shteilbaums, Elena Arais e Irina Víner.
Los medios suelen destacar habitualmente su flexibilidad, elegancia y potencia en el salto.
Habla ruso, inglés y un poco de italiano.