Su denominación surge al haberse detectado por primera vez en las hormigas del género Iridomirmex.
Estos compuestos pueden encontrarse como estructuras abiertas (secoiridoides) o cerradas (iridoides) generalmente en forma heterosídica, mayoritariamente como glucósidos.
La ciclización fundamental para el iridodial se formula como un ataque de un hidruro sobre el dialdehído (Iridodial), producido a su vez por una serie de hidroxilaciones y oxidaciones sobre el geraniol.
Entre las más importantes destacan las pertenecientes a las familias Asteráceas, Apiáceas (Umbelíferas), magnoliáceas, Valerianáceas y Gentianáceas.Poseen diferentes actividades farmacológicas: antiinflamatoria, antimicrobiana, amebicida, etc.
[2] Se han estudiado de manera particular los iridoides del harpagófito (Harpagophytum procumbens)[3] la fruta noni (Morinda citrifolia)[4] y las hojas de olivo (Olea europaea).