Hacia octubre, las aguas alcanzaron la desembocadura del Chao Phraya y anegaron sectores de la capital, Bangkok.
Siete importantes zonas industriales resultaron inundadas, algunas por hasta 3 metros de altura.
[6] Varias regiones de Tailandia son proclives a inundaciones estacionales típicas del clima tropical seco.
Ocurren en el norte del país y se propagan por el Chao Phraya a través de las planicies centrales, en el nordeste a lo largo de los ríos Chi y Mun fluyendo hacia el Mekong, o en las colinas costeras de Tailandia del Sur.
Múltiples esfuerzos, que incluyen un sistema de túneles de drenaje, comenzaron en 2001,[8] y han sido implementadas para prevenir anegamientos en Bangkok, que se encuentra cerca de la desembocadura del Chao Phraya y es propensa a sufrir inundaciones, teniendo un éxito considerable, pues la capital sólo ha sufrido inundaciones breves y menores desde la gran inundación de 1995.
[9][10] En la primera semana, se reportaron trece fallecidos, con inundaciones en las provincias de Chiang Mai, Lampang, Lamphun, Mae Hong Son, Nan, Phrae, y Uttaradit en el norte, y Bueng Kan, Nakhon Phanom, Nong Khai, Sakon Nakhon y Udon Thani en el alto noreste.
Uthai Thani, Chai Nat, Sing Buri, Ang Thong, Suphan Buri, Ayutthaya, Pathum Thani y Nonthaburi, estas dos últimas situadas en la frontera norte de Bangkok.
Una de las plantas de fabricación, Honda, quedó prácticamente inaccesible,[24] al igual que otras industrias que resultaron afectadas, como Toyota, Nikon, Sony y Western Digital.
[33] Las Reales Fuerzas Armadas de Tailandia fueron movilizadas para distribuir ayuda a los damnificados, al igual que varios grupos y organizaciones civiles que participaron con voluntarios empacando kits de subsistencia y prestando ayuda a algunas áreas.
Solamente en el distrito de Don Mueang, que según el gobierno se encontraba 100% inundado, vivían a la fecha 166.000 personas.
Por otra parte, el Ejecutivo contempla reducir desde el año 2012 un 23% el conjunto de los impuestos corporativos a las empresas, para compensar las pérdidas ocasionadas por las inundaciones.