Debido a esto, tiene un historial extenso donde se cuentan importantes anegamientos en los años 1905, 1915, 1966, 1973, 1983 y 1998.
Además, una de las ramificaciones del Paraná genera la laguna Setúbal, que bordea Santa Fe.
[cita requerida] Meses previos a la tragedia, diversos medios difundieron noticias referidas a que el río Salado venía aumentando a un ritmo excepcional y que se estaba gestando una crecida extraordinaria: Durante cinco días, las lluvias se concentraron en el cauce bajo del río Salado y se acumularon 1400 milímetros.
Fue allí en donde las defensas fallaron: había un tramo inconcluso y esto permitió la entrada del agua.
Durante esos días un sistema frontal caliente semiestacionario se ubicó en el centro del litoral argentino.
En los días anteriores, se empezaron a registrar algunos anegamientos en el norte de la ciudad.
Las obras de las defensas estaban inconclusas y ese error provocó la tragedia.
Es por eso que se debieron derrumbar siete tramos del terraplén en distintos puntos, con el objetivo de escurrir las aguas.
En los siguientes meses hubo casos de sarna, micosis, pediculosis, diarreas, cuadros respiratorios agudos, hepatitis, leptospirosis (una enfermedad que no es mortal, pero se informaron casos de fallecimientos por esta)[cita requerida] y hasta varicela.
[12] En 2013 el juez Urdiales aceptó citar a Reutemann, como pidieron los querellantes Jorge Castro y Milagros Demiryi.