Internuncio apostólico era un título propio de la diplomacia pontificia que designaba al representante del papa que era enviado para ejercer el ministerio de un nuncio, embajador o legado pontificio, durante su ausencia.
El cargo de internuncio apostólico fue creado para las ocasiones en que un nuncio debía ausentarse de su destino, por ejemplo porque dejaba el cargo y se nombraba otro nuevo.
[1] El título cobró especial importancia en el siglo XIX cuando surgió como nombre para un representante diplomático papal de segundo rango.
[2] Hacia 1840, existían internuncios cerca del reino de Portugal y del imperio del Brasil: Su oficio y dignidad se llama internunciatura apostólica.
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