Estos programas se denominan así porque originalmente la meta era intercambiar estudiantes de países diferentes.
[cita requerida] Aunque la expansión de la dimensión internacional en la educación superior proviene desde la Edad Media, cuando el peregrinaje académico era una necesidad en vista del aún limitado número de universidades en Europa, el intercambio internacional como la figura que es hoy en día surge es como un producto del siglo XX [1] Los estudiantes viven con una familia que los hospeda, que habitualmente son voluntarios sin remuneración y pueden ser una familia tradicional, un padre solo o una pareja sin hijos.
Existen programas promovidos por organizaciones estatales, como el Congress-Bundestag Youth Exchange que mantienen las cámaras legislativas de Estados Unidos y Alemania.
[4] Prácticamente, ningún programa requiere actualmente un intercambio explícito, vale decir, que los hijos de la familia anfitriona viajen a su vez al extranjero.
El costo de los programas varía según su extensión, país, contenido y otros factores.
Algunos sistemas cubren todo el costo, incluidos los pasajes internacionales de ida y vuelta.
Esto solamente si cuenta con un certificado de buena conducta y que sea con el solo objetivo de ir a estudiar y aprender una nueva lengua o la(s) cultura(s) del país al que llega.