Actualmente existen varias versiones acerca de como transcurrieron los hechos acontecidos, por lo que aún no se ha establecido un relato oficial.
Durante la crisis de las banderas, Ndongo e Ibongo viajaron a Madrid para entrevistarse con personalidades gubernamentales y financieras españolas (entre ellos Fernando María Castiella), así como con guineanos residentes en España.
[2] Tras las reuniones en España, el 1 de marzo Atanasio Ndongo y Saturnino Ibongo vuelan hasta Santa Isabel.
[3] Saturnino Ibongo se queda en la isla, mientras que Atanasio Mdongo llega el día 3 a Bata.
[3] Salió un avión desde Santa Isabel con Saturnino Ibongo y otros golpistas a bordo.
[3] Ndongo ocupa el despacho presidencial y da la orden de asesinar a Macías,[4] quien no se encontraba en el palacio, puesto que ya había sido advertido de una posible tentativa golpista.
[1] Ndongo buscó a Macías pero al no encontrarlo, creyó que había escapado.
[3] Elá, según esta versión, se negó rotundamente y avisó a Macías, mientras Ndongo regresaba al palacio presidencial.
[1][8] Otros relatos aseguran que Macías ya se encontraba en el palacio cuando Ndongo llegó,[2] o que sabía exactamente de los planes de su ministro y esa madrugada, junto a sus fuerzas leales, esperó el momento para actuar.
Al llegar, desarman la guardia que los golpistas habían colocado en la puerta[10] y liberan a los rehenes.
[14] Otro argumento a favor de España es que si este país hubiera intervenido, su fuerza militar habría sido suficiente para asegurar el éxito arrollador del golpe.
A ellos habría que añadir otros muchos políticos como Norberto Balboa, Vicente Ntutumu, Luis Angue Bacale y Santiago Osa.
Al año siguiente Macías asumió personalmente todos los poderes del estado, y en 1973 promulgó una nueva constitución, que otorgaba soporte jurídico a su régimen.