Intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial de 1969

Actualmente existen varias versiones acerca de como transcurrieron los hechos acontecidos, por lo que aún no se ha establecido un relato oficial.

Durante la crisis de las banderas, Ndongo e Ibongo viajaron a Madrid para entrevistarse con personalidades gubernamentales y financieras españolas (entre ellos Fernando María Castiella), así como con guineanos residentes en España.

[2]​ Tras las reuniones en España, el 1 de marzo Atanasio Ndongo y Saturnino Ibongo vuelan hasta Santa Isabel.

[3]​ Saturnino Ibongo se queda en la isla, mientras que Atanasio Mdongo llega el día 3 a Bata.

[3]​ Salió un avión desde Santa Isabel con Saturnino Ibongo y otros golpistas a bordo.

[3]​ Ndongo ocupa el despacho presidencial y da la orden de asesinar a Macías,[4]​ quien no se encontraba en el palacio, puesto que ya había sido advertido de una posible tentativa golpista.

[1]​ Ndongo buscó a Macías pero al no encontrarlo, creyó que había escapado.

[3]​ Elá, según esta versión, se negó rotundamente y avisó a Macías, mientras Ndongo regresaba al palacio presidencial.

[1]​[8]​ Otros relatos aseguran que Macías ya se encontraba en el palacio cuando Ndongo llegó,[2]​ o que sabía exactamente de los planes de su ministro y esa madrugada, junto a sus fuerzas leales, esperó el momento para actuar.

Al llegar, desarman la guardia que los golpistas habían colocado en la puerta[10]​ y liberan a los rehenes.

[14]​ Otro argumento a favor de España es que si este país hubiera intervenido, su fuerza militar habría sido suficiente para asegurar el éxito arrollador del golpe.

A ellos habría que añadir otros muchos políticos como Norberto Balboa, Vicente Ntutumu, Luis Angue Bacale y Santiago Osa.

Al año siguiente Macías asumió personalmente todos los poderes del estado, y en 1973 promulgó una nueva constitución, que otorgaba soporte jurídico a su régimen.