Los votos se llaman públicos porque son aceptados como tales por la Iglesia católica.
Ambos tipos de institutos pueden ser masculinos o femeninos,[2] en algunos períodos históricos han existido institutos de vida mixta, es decir formados por hombres y mujeres que vivían bajo un mismo techo.
Los institutos masculinos según su naturaleza y tradición pueden ser clericales o laicales.
[2] Todos los institutos femeninos son laicales, puesto que en la Iglesia católica las mujeres no reciben el sacramento del Orden.
Tanto los Institutos femeninos como los masculinos pueden tener casas, conventos, monasterios o fraternidades independientes entre sí, de ese modo se dice que son institutos con casas autónomas, aunque si lo desean pueden formar federaciones sin necesidad de perder la independencia de cada casa.