Instituto Siervas del Sagrado Corazón de Jesús

sin embargo, las mujeres fueron obligadas a asumir la vida religiosa, con la emisión de los votos, para poder vivir en comunidad y como consagradas, ya que es esa época los institutos seculares aún no tenían una forma clara en el seno de la Iglesia católica.

El instituto recibió entonces la aprobación pontificia como congregación religiosa en 1910, durante el pontificado de Pío X.

Ejerciendo carreras profesionales u otros tipos de participaciones en el mundo, especialmente como profesores o educadores.

El gobierno general del instituto es ejercido por una presidente, cuya función sirve sobre todo para mantener la comunión entre las diversas comunidades o grupos autónomos.

La casa central de las siervas del Sagrado Corazón se encuentra en Konstancin-Jeziorna (Polonia).