Está ubicada en la Iglesia de San Felipe Neri, en Valladolid (Castilla y León, España).
[3] La talla, realizada en madera policromada y de bulto redondo, presenta una Virgen con un rostro juvenil más maduro que las Inmaculadas precedentes.
La boca se halla entreabierta y se puede apreciar la dentadura superior, destacando unos labios muy finos (casi imperceptibles), una nariz ancha y unos ojos a medio cerrar.
Los brazos están flexionados y las manos juntas en actitud orante sin llegar a tocarse, quedando plasmado un claro desplazamiento lateral que denota la influencia de Martínez Montañés.
La Virgen luce una túnica blanca sin adornos al igual que el manto, de color azul cuyo único elemento decorativo se reduce a un ribete dorado; esta simpleza de detalles alejan a esta Inmaculada del barroco y la aproximan al ya por aquel entonces floreciente rococó, si bien la obra se encuadra en la escuela castellana.