Al concluir sus estudios trabajó durante dos años como dramaturgo en el Landestheather Altenburg.
Tras la disolución de la DDR, creó, junto con otros editores el Altenburger Wochenblatt que duraría hasta 1992.
En 1996 vivió en Nueva York, allí tomo contacto con algunos autores como Raymond Carver y con cineastas como Robert Altman, que utilizan sistema de narración basado en pequeños relatos, que utilizaría en su novela Simple Stories.
[2][3] [4] Su estancia en San Petersburgo le influyó para escribir su primera novela, 33 Momentos de felicidad.
En 1998 publicó Historias simples, una obra ambientada en Altenburgo, donde él había vivido y trabajado.