El nombre de ingenio para este tipo de industria se utiliza en países como Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, México o la República Dominicana, entre otros.[1] Se denominaba ingenio azucarero o simplemente ingenio a una antigua hacienda colonial iberoamericana —con precedentes en Ingenio en las islas Canarias— con instalaciones para procesar caña de azúcar con el objetivo de obtener azúcar, ron, alcohol y otros productos.Tiene su antecedente en el trapiche, cuya escala de producción era muy pequeña y, a su vez, el ingenio vino a ser sustituido por grandes centrales azucareras modernas que se desarrollaron en el siglo XX, pero en algunos países, los ingenios se modernizaron y preservaron el nombre de ingenio.[2][3] Aunque la caña de azúcar no es un cultivo autóctono americano, y fue introducido en América por los españoles, portugueses y otros europeos, se adaptó rápidamente a las tierras intertropicales americanas, hasta el punto de que los mayores productores mundiales de azúcar se encuentran en este continente (Brasil, especialmente).Actualmente es la sede del Museo de la caña de azúcar (en el propio Ingenio) y del museo militar que se ubica en la casa alta.