En 2013, tuvo el honor, al igual que otros dos científicos, de recibir el premio a la investigación clínica Lasker-DeBakey Clinical Medical Research Award por el desarrollo del primer implante coclear microelectrónico multicanal del mundo.
El título de su tesis fue “Realización técnica y evaluación psicoacústica de un sistema para la estimulación multicanal crónica del nervio auditivo” (Technical realization and psychoacoustic evaluation of a system for multichannel chronic stimulation of the auditory nerve).
En 1990 contrataron a los primeros empleados, lo que marcó los comienzos de la firma.
En 1975, Ingeborg y Erwin Hochmair iniciaron el desarrollo de los implantes cocleares en la Universidad Tecnológica de Viena con el objetivo general de permitir que el usuario no solo logre oír sonidos sino que también tuviera una comprensión del lenguaje.
Juntos desarrollaron el primer implante coclear microelectrónico multicanal.
A lo largo de varios años, se implantaron unos 500 dispositivos en niños y adultos.
Gracias al muy bajo consumo de energía y al procesamiento externo del implante, en 1991 se diseñó el primer procesador retro-auricular del mundo para implantes cocleares.
Desde 1994 en adelante, este dispositivo llevó a sus usuarios al siguiente nivel de eficacia sonora.