En España, entre otras, existían las siguientes inclusas: En el siglo XVIII, había en la inclusa de Zaragoza una Directora que llamaban Madre de las Amas porque estaban estas a su cuidado así como los expósitos.
Se destinó al intento de inclusa en Tarazona una casa contigua al Colegio de Expulsos perteneciente a sus temporalidades y se dispuso la fábrica del modo conveniente al objeto y luego que estuvo habitable se nombró una directora y una ama de leche para el pronto socorro de los expósitos mientras se encuentra a quien encargarlos para que los lacte y cuidara.
Estas dos mujeres vivían en la casa y en el portal se colocó un torno capaz y acomodado con un colchón o mullido para recibir cómodamente los expósitos y junto al torno, la cuerda de la campana puesta en la habitación de la directora para que los conductores que no quisieran ser vistos puedan llamar y dar aviso por este medio.
Había en ella un Hospital de expósitos a cargo del Ayuntamiento.
El obispo informó las causas, siendo entre ellas la principal la larga distancia de Zaragoza y que el remedio sería establecer casas de expósitos en la diócesis.