Desastre de Kaprun

El tren consistía de dos vagones compartiendo una misma vía, con una sección en la mitad del túnel que les permitía esquivarse simultáneamente.Los sistemas eléctricos a bordo, los frenos hidráulicos y los calefactores diseñados para uso hogareño aumentaron enormemente la probabilidad de incendio.En ese instante, los pasajeros que aún permanecían conscientes forzaron las puertas manualmente y evacuaron el vehículo.Sin embargo todos ellos instintivamente huyeron hacia arriba del túnel sin saber del peligro que corrían ya que en un escenario de ese tipo el conducto se comporta como una chimenea gigante, succionando aire cargado de oxígeno desde la parte inferior y enviando hacia arriba el humo, el calor y el fuego.Por ello todos los pasajeros que subieron a pie, así como el conductor del tren, murieron asfixiados por el humo y posteriormente sus cuerpos fueron carbonizados.Mientras tanto el humo seguía ascendiendo a través del túnel, llegando al Centro de los Alpes.De esas cuatro personas los bomberos tan solo lograron salvar a una, mientras que las otros tres se asfixiaron.Esto ocasionó la pérdida de presión que hizo detener súbitamente al tren 600 m dentro del túnel, e inutilizó las puertas.[3]​ Josef Schaupper, siete veces medallista sordolímpico, también murió en el fatal accidente junto con sus compañeros esquiadores sordos.