Hubo medio millar de desalojados, incluyendo poblaciones enteras como Ciruelos del Pinar y Tobillos, entre otras.
[3] La gestión que del incendio tuvo el gobierno de Castilla-La Mancha fue duramente criticada desde distintos ámbitos alegando que no se enviaron los medios aéreos y terrestres necesarios durante las primeras horas.
[9] En torno a las 14:40 una pavesa o brasa cayó de la barbacoa situada más al sur, que estaba sin vigilancia, prendió en la hierba seca y el fuego se propagó rápidamente en dirección noreste, a través del bosque de ribera y campos de cereal hasta alcanzar una zona forestal formada por pino resinero.
[12] Medios terrestres combatieron el fuego durante toda la noche, que al amanecer del domingo 17 de julio presentaba dos frentes activos con dirección a Cobeta y Luzón, respectivamente.
A las 21:30 la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara confirmó esos rumores y unas horas después se localizaron los cadáveres de once agentes forestales —diez hombres y una mujer— en la ladera de un barranco.
El 20 de julio se lograron controlar todos los frentes del incendio que todavía permanecían activos.