El hombre que mató a su esposa no es encontrado culpable por la falta de pruebas y soborno al juez.
Así que Kyle toma la ley en sus propias manos, y mata al hombre para vengar la muerte de su esposa.
La prisión rusa a la que es enviado es bastante violenta, y el director se divierte organizando violentas peleas mano a mano donde se llena los bolsillos con dinero de apuestas.
Con eso, Kyle sabe que ahora debe librar otra batalla: la lucha por la paz interior.
Le dieron a la película una crítica generalmente favorable, calificándola de «profunda, valiente, conmovedora, e intensa» y destacaron a Van Damme por lo que es «probablemente su mejor actuación hasta la fecha».