La imposibilidad, vista desde el punto de vista jurídico, y dentro del sistema jurídico del Common law, es un concepto que sirve para solucionar conflictos en donde el cumplimiento de una obligación se ha vuelto imposible, y debe rescindirse el contrato de tal modo que ninguna de las dos partes se vea afectada en sus intereses, o que dicha afectación se vea reducida al mínimo posible.
Su origen se remonta al Derecho romano y la frase latina es "Impossibilium nulla obligatio est", que se atribuye a Celso y significa que lo imposible es obligación nula.
[1][2] La imposibilidad es relevante para el Derecho, únicamente si es: