Por lo general, la mayoría de las personas que se insertan objetos también presentan otras modificaciones corporales tales como tatuajes, piercings y escarificaciones.
[4] Este procedimiento se suele realizar en un centro especializado, con todas las medidas de seguridad e higiene y sin anestesia.
[2] Los implantes subdérmicos se han vuelto una tendencia en la comunidad que practica la modificación corporal y en la población juvenil.
Algunos de los más reconocidos en la industria son: Samppa Von Cyborg, Max Yampolskiy, Russ Foxx, Brian Decker, Emilio González y Stelarc,[6] este último se implantó quirúrgicamente una oreja cultivada con células en el brazo izquierdo.
[10] Se estima que entre 50 000 y 60 000 personas alrededor del mundo poseen al menos un implante subdérmico en el cuerpo.
Esta técnica surge como respuesta a las personas con limitaciones visuales, ya que permite leer por medio del tacto.
En algunos casos se aplica anestesia local, pero no es necesario, debido a que generalmente el corte es pequeño.
Otros cuidados implican la limpieza periódica y la consulta del médico o el profesional para retirar los puntos quirúrgicos.
El cuerpo puede rechazar el objeto insertado, además se pueden presentar trastornos, problemas con la cicatrización, hemorragias, necrosis en los tejidos y reacciones alérgicas, entre muchos otros.
[19] Los cortes sobre la piel se deben llevar a cabo en un ambiente estéril, con todas las precauciones y cuidados con el fin de prevenir infecciones.
[21] En este centro especializado no solo se enseña al artista a realizar modificaciones de una manera segura, sino también, a ofrecer un conocimiento básico y detallado sobre temas relacionados con la anatomía humana, control de infecciones y heridas, esterilización, primeros auxilios, entre otros.