Ilaria del Carretto

Durante el parto de esta última, en 1405, Ilaria del Carretto murió.

Su esposo encomendó al escultor Jacopo della Quercia una estatua funeraria que se conserva en la catedral de Lucca.

El monumento se colocó en una capilla privada y quizá pertenecía a un conjunto escultórico más amplio, pero los avatares posteriores modificaron su aspecto original.

Actualmente, se han recuperado y reintegrado los relieves de Della Quercia.

La figura de Ilaria del Carretto y, en especial, la escultura de Jacopo della Quercia, ha inspirado a numerosos poetas, como a Gabriele D'Annunzio (en el poema dedicado a la ciudad de Lucca en su obra Elettra, 1903), Salvatore Quasimodo («Davanti al simulacro d'Ilaria del Carretto» en su obra Ed è subito sera, 1942), Pier Paolo Pasolini («L'Appennino», publicado en el libro Las cenizas de Gramsci, 1957),[1]​ Luis Javier Moreno («Escultura yacente de Ilaria del Carretto»)[2]​ o David Ferrer García («Visita al sepulcro de Ilaria del Carretto»).

Detalle del sepulcro de Ilaria del Carretto, obra de Jacopo della Quercia (c.1406-1407), situado en la catedral de Lucca .
Sepulcro de Ilaria del Carretto.