[6] En el caso de Il reggente, la recuperación moderna tuvo lugar ese mismo año en Siena.
Llega Oscar con las invitaciones para el baile de máscaras que va a celebrarse la noche siguiente, y escucha como Hamilton le entrega a Murray la condena al exilio para la adivina Meg; Oscar entonces defiende sus dotes adivinatorias (aria: Della notte i rai lucenti).
Murray decide entonces presentarse ante la maga para poder juzgar él mismo su destino, y pide a todos que lo acompañen disfrazados.
Cuando hurga en su bolsillo, encuentra la bolsa y cuenta a todos que la predicción de la maga se ha cumplido.
Amelia duda, presa del terror, pero finalmente se decide a conseguirla y parte.
Al momento llegar Howe, Kilkardy y Oscar, quien reconoce a Murray.
Como Murray no se cree la profecía, da la mano a Hamilton en cuanto éste llega.
Como Hamilton se muestra sorprendido ante la reacción de todos, Oscar le cuenta lo que ha vaticinado la maga.
Ante los reproches de Murray, Amelia le recuerda que su padre, enemigo suyo, la obligó a casarse cuando él estaba lejos y no pudo impedirlo.
Amelia se retira entonces sospechando que su esposo trama matar a Murray.
Hamilton, solo, trama el asesinato, pero por un momento duda, pensando si no sería mejor abandonar su venganza con su hijo, pero entonces le entra la duda de si realmente es hijo suyo, y se decide a asesinarlo (aria: Nuova ferita, cruda, profonda).
Todos quieren ser los que lo apuñalen, pero Hamilton pide que lo decida la suerte: todos escriben su nombre en un papel, Howe coge uno al azar y lee el nombre de Hamilton.