La película, rodada en Milán, es en parte una sátira sobre el llamado "milagro económico italiano".
Domenico se siente atraído por la joven, pero no tardan en distanciarse, ya que ocupan puestos de trabajo en diferentes departamentos.
En la práctica de una diligencia, vuelve a encontrarse con Antonietta, que ahora trabaja como mecanógrafa.
Se le traslada a la parte trasera de la oficina, en una esquina poco iluminada, y los otros empleados se quejan de su relativa juventud para ocupar un puesto tan "prestigioso".
[3] No se hace un comentario social explícito, sino que se deja al espectador reflexionar por sí mismo sobre cuál es el precio, práctico e ideal, que el joven de expresión melancólica tendrá que pagar por haber ganado, sin siquiera esforzarse, ese puesto de trabajo fijo.
No solo es una historia individual, sino que se refiere a la transición histórica de toda una sociedad.
El crítico francés Jacques Lourcelles ha denominado a esta película «avatar tardío del neorrealismo».